Elige un hosting que cueste lo que vale
Seas un recién llegado al mundo de los negocios en la web o tengas una gran experiencia con la administración de sitios y páginas web, el hosting es un tema vital, esencia y motor de tus proyectos. Y no es un tema menor el costo de ese almacenamiento. El dinero un tema espinoso para cualquier forma de negocio.
Y, como en todo lugar donde se mueve el dinero, no faltan los ladrones y los fraudes en el mundo del hosting. Las experiencias de clientes que han sido dejados en el limbo tras pagar meses por adelantado, capacidad contratada que nunca se cumple, una tasa de transferencia baja, constantes caídas… Las historias sobre malos servicios de Hosting circulan por la red como advertencias que hielan la sangre a más de uno y hacen que la decisión de contratar un servidor sea más difícil y sus servicios más inciertos.
¿Cómo puedo evitar que me engañen con mi plan de hosting?
1. Nunca contrates planes de hosting a todas luces irreales.
¿5000 GB de transferencia, 500 GB de almacenamiento, 1 dominio, 1 IP … por sólo 2 dólares al mes? En la vida opera la gran ley del poker: “Si es bueno, puede ser falso. Si es bueno y barato, es mentira”. Si un servicio no cuesta lo que vale, difícilmente se sostendrá y mantendrá en el tiempo. En el caso de hosting compartido, muy típico en USA, en el que se ofrece hosting económico y de altas prestaciones, se trata de que muchos usuarios comparten el mismo ancho de banda, el mismo ordenador, la misma capacidad, la misma IP, etc.. Es un sistema útil para los usuarios particulares, pero hay que elegir bien con que compañía se contrata.
2. Lo barato no es siempre lo mejor.
Obtienes lo que pagas. Casi el lema que todo webmaster debería tatuarse en la frente.
3. Contrata siempre hosting con diversas opciones de soporte:
En linea, telefónico, personal. No rehuyas el contacto humano si tu dinero está involucrado, aunque casi siempre se soluciona todo mediante sistemas de helpdesk informatizados (tickets).
4. Googlea sobre la reputación del hosting.
La voz de los usuarios es una referente ineludible. Hay una enorme cantidad de foros y sitios con comparativas de hosting que te serán de gran ayuda al momentos de rastrear la reputación, los cuelgues y cadáveres bajo la alfombra de cualquier compañía de hosting.
5. Visita el sitio web de la compañía.
Por regla general, la velocidad de carga de su página será la velocidad que obtendrás con ellos. Si van lentos, irás lento… También puedes inferir información sobre el hosting a partir del diseño de la página: ¿Es profesional o descuidado? Quien no puede implementar un buen sitio web, difícilmente dará un buen servicio de hosting.
6. Consigue un hosting gratis.
Pierdes velocidad, espacio de almacenaje, creatividad en el diseño, tasas de transferencia… pero no dinero. Sólo se recomienda si lo que quieres es hacer pruebas y tus primeros pinitos en la red. En ningún caso se recomienda si lo que deseas es un servicio profesional.
7. Contrata servicios certificados.
Existen numerosas certificaciones que garantizan los servicios de un hosting profesional (SAP, SSL, ISO 900) según el país en que se encuentre su data center.
8. Busca servidores en mercados bien establecidos.
El almacenamiento web es una industria joven, y especialmente volátil en paises donde el comercio en Internet no tiene una regulación clara. Existe una tendencia a creer que la cercanía geográfica es un punto extra para elegir un hosting, pero no es así. Lo mejor es buscar hosting en economías y mercados bien estructurados, como en Estados Unidos, que garanticen la permanencia de la compañía de hosting, la fiabilidad de sus servicios y la posibilidad de realizar reclamos legales.